Sin el conocimiento atinado sobre qué le resulta más agradable de nuestra persona a el resto, es bien difícil que alcancemos a dominar el arte de la seducción. Es cierto que existen personas que tienen una capacidad innata, semejan haber nacido para cautivar. Tienen lo que la gente llama carisma. Asimismo hay otras personas que pueden ser menos seductoras, así sea por poquedad, así sea por cualquier otra cuestión. Mas cada quien tiene algo que puede emplear a favor suyo, unos bonitos ojos, una bonita sonrisa, unos labios húmedos... Cada persona conoce mejor que absolutamente nadie, cuáles son sus puntos fuertes.
El arte de la seducción no es una ciencia, además de esto, va a depender de a qué persona pretendemos cautivar, en tanto que la personalidad del humano se manifiesta de diferentes formas en la dimensión sexual humana. Por si fuera poco, no debemos olvidar que los principales objetivos son el placer, el bienestar, y un el respeto de la vida sexual de cada quien.
Para empezar a cautivar, debemos opinar. Debemos pensar que somos capaces de cautivar a cualquiera que deseemos. Debemos actuar de forma grácil y sutil. Emplear la mirada, la sonrisa. Un suave movimiento de hombro, una caricia ligera al pasar la botella de agua… La seducción no es algo reservados para varias personas. Un ingrediente preciso, es la seguridad en uno mismo.
En el momento en que nos planteamos cautivar a alguien, debemos intentar respetar las señales que se nos devuelvan. Si emitimos un mensaje, mas la respuesta es el silencio, debemos darnos por evitados. Si a una persona no le resulta agradable nuestro intento de cautivar, debemos retirarnos. Insistir es muy poco muy elegante, aparte de que resulta molesto y también incómodo. Aquí les dejo un vídeo muy interesante sobre como seducir a una mujer.